jueves, 30 de marzo de 2017

95 años de historia del cartel de Hollywood

El cartel corona la ladera sur del monte Lee desde 1923, aunque originalmente fue concebido para promocionar un proyecto urbanístico en la periferia de la ciudad: nada que ver con lo cinematográfico, sino con el ladrillo. Su coste, de 21.000 dólares, fue financiado por el director del periódico Los Angeles Times, Harry Chandler. Lo que ponía originalmente, no obstante, no era Hollywood, sino Hollywoodland, si bien las letras eran las mismas: blancas, y de 15,2 metros de altura cada una de ellas.



Después, el cartel de Hollywoodland empezó a ser mucho más rutilante que el actual. El mantenimiento y cuidados de las letras lo llevaba a cabo la organización Hollywood Sign Trust, y las 24 horas del día las placas hacían de soporte a unas 4.000 bombillas de 20 vatios, con unos 20 centímetros de separación entre ellas, que de noche iluminaban el cartel por secciones: primero "HOLLY", después "WOOD" y por último "LAND", y después todo junto acompañado por un gran foco redondo

La idea era mantenerlo un corto espacio de tiempo, pero el éxito que produjo entre los turistas, que llegaban hasta allí en peregrinación, obligó a la organización a mantenerlo
En 1940, tras el fracaso de la venta de parcelas, abandono y posterior deterioro de las letras, la Cámara de comercio de Hollywood decidió hacerse cargo del cartel y de su mantenimiento. Hacia el final de esa década se decidió eliminar las últimas cuatro letras y del original Hollywoodland se quedó en Hollywood. 

En 1949 se retiró la iluminación y tras su restauración en 1978, las letras del cartel están hechas de acero, y no de madera y chapa, midiendo un poco menos que antes: 13,7 metros de alto, ocupando una superficie lineal de 106,7 metros. El nuevo cartel fue descubierto en el 75 aniversario de Hollywood, el 14 de noviembre de 1978, ante una audiencia televisiva de 60 millones de espectadores.

A lo largo de sus noventa años de historia, la letra H sufrió dos incidentes curiosos: el protagonizado por Albert Kothe, el encargado de mantenimiento del carte, quien, en estado de embriaguez, se la llevó por delante con su Ford A a principios de los años cuarenta, y el de la actriz neoyorquina Peg Entwistle, que se remonta a 1932. Esta joven de veinticuatro años, resentida porque en aquella tierra prometida nadie parecía percibir su talento, se encaramó a lo alto del signo y se arrojó al vacío. 

El cartel objeto de frecuentes ataques y actos vandálicos, ha sido restaurado en varias ocasiones y se le ha incorporado un sistema de seguridad con detectores de movimiento y cámaras de circuito cerrado para evitar el vandalismo. Se encuentra protegido y promocionado por una asociación sin ánimo de lucro, que se encarga de su mantenimiento y de su divulgación histórica. Con todo, en 2005, el cartel original de 1923 fue vendido en una subasta en Ebay por el productor/empresario Dan Bliss, siendo reemplazado por una réplica.

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